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sábado, 21 de mayo de 2011

La promoción en la oscuridad

Hoy día de reflexión para las elecciones que tendremos mañana, creo que nos encontramos en un momento de desánimo y de desazón por todo lo que ocurre a nuestro alrededor.

La universidad, donde tengo la fortuna de trabajar, no es ajena a todo lo que está sucediendo.

Es precisamente desde la universidad, donde supuestamente reside el conocimiento y dispondríamos de la libertad para poder emitir opiniones y juicios, donde la reflexión, el buen criterio y la claridad deberían de primar.

Este día tranquilo me ha permitido leer con calma la información que nos han enviado los sindicatos universitarios en relación a los criterios de promoción a Catedrático de Universidad en nuestra Universidad de Oviedo y tratar de ver algo de luz en la noche de oscuridad profunda en la que estamos sumidos.

La información que nos envían hace referencia a dos cosas distintas:

Una nueva reglamentación para futuras promociones, introduciendo cuatro criterios y la propuesta de promoción para 28 plazas atendiendo a los “criterios antiguos”.

Al leer los documentos y meditar sobre ellos, creo que se hace necesaria una reflexión sobre los mismos, reflexión que me gustaría compartir en este blog.


Lo primero a tener en mente, es que todos los profesores que deseen promocionar a Catedrático de Universidad (a Profesor Titular de Universidad o cualquier otro cuerpo docente), deben de superar un proceso de acreditación nacional, pues como dice la reglamentación y copio literal:

.....Otorga garantía de calidad docente e investigadora a todo aquel que lo obtenga, pues para ello se habrán evaluado los méritos y competencias para garantizar una posterior selección del profesorado funcionario, eficaz, eficiente, transparente y objetiva.....

Los criterios de acreditación son seguramente discutibles y se basan seguramente en la publicación en revistas de impacto, importa muy poco la docencia que al final es nuestra principal ocupación, nada importa  la colaboración empresarial a pesar de lo mucho que se cacarea,….una serie de deficiencias seguramente discutibles y cuestionables.

Pero de lo que no cabe la menor duda, es que como “empleados de esta empresa”, estas son las reglas de juego que nos han establecido y definen lo que debemos hacer para promocionar.

Teniendo esto en mente, podemos ir repasando los criterios que se piensan establecer para priorizar estas promociones a Catedrático, teniendo siempre en cuenta que los recursos económicos son limitados y no todos los profesores acreditados, desafortunadamente, podrán acceder a esta promoción.

El primer criterio es el ratio en el ÁREA DE CONOCIMIENTO, se establece que por cada 3 Profesores Titulares, podrá haber 1 Catedrático de Universidad. Se propone dedicar un 30% a ir cumpliendo paulatinamente este objetivo (ratio 3:1).

Obviamente, esto debe de venir acompañado de la relación pública de cuantos Catedráticos de Universidad y Profesores de Universidad hay en cada ÁREA DE CONOCIMIENTO. Este dato es ahora desconocido y debe de ser público.

Pueden existir Áreas sin ningún Catedrático y otras en que por cada 10 Catedráticos hay 1 Profesor Titular. (Ya no vamos a hablar de las horas docentes por profesor en cada ÁREA DE CONOCIMIENTO). Nuevamente hay que repetir, esta información debe de ser pública y conocida por todos.

¡La noche es muy oscura en este aspecto!


El segundo criterio, establece otro 30% para promocionar a personas acreditadas con una antigüedad en la acreditación de más de dos años. Al igual que en el caso anterior, deben de ser públicas por ÁREA DE CONOCIMIENTO, las personas acreditadas y su antigüedad. Lo mismo pasa con el tercer criterio, que establece otro 30% mas, para promocionar a personas de áreas donde haya dos o más acreditados.  

¡Volvemos a la necesidad de iluminar esta gran oscuridad!

Estos dos últimos criterios, son claramente discutibles e, indudablemente lo son, los porcentajes dedicados a la promoción por estas causas.

Desde mi punto de vista, sería razonable respetar la antigüedad en la acreditación e ir mejorando los ratios de las áreas de conocimiento de forma progresiva (ahora objetivo 3:1, quizás una vez alcanzado plantearse un 2:1 y así sucesivamente).

 ¿Tiene sentido promocionar en las áreas donde no existen necesidades docentes y además se encuentran con ratios que indican un mayor número de catedráticos que de titulares?

El último criterio, es el más sorprendente, es el de la arbitrariedad (10% para este propósito). Aquí no se respeta la ANTIGÜEDAD EN LA ACREDITACIÓN como en los otros dos y queda a disposición del rectorado. No acabo de comprender el sentido de esta medida ni que propósito persigue. No obstante, la promoción por este concepto debiera de justificarse adecuadamente y utilizarse para causas muy excepcionales.

En todo caso, siendo los recursos limitados, como son y más en las épocas que estamos,  los criterios y la aplicación de los mismos, sean los que sean, deben de ser públicos, transparentes y a disposición de todo el mundo.

Pero aún, lo más sorprendente de todo el comunicado es la convocatoria de las 28 nuevas plazas de Catedrático de Universidad atendiendo a los denominados  criterios antiguos”.

Según se desprende del escrito enviado, 17  de estas plazas están generadas de acuerdo al ratio en el ÁREA DE CONOCIMIENTO, 11 de ellas corresponden a ÁREAS DE CONOCIMIENTO donde hay más de 2 acreditados  y una, entiendo, que ha sido decidida de acuerdo al criterio de arbitrariedad.

Sorprendente listado el que se adjunta, ya que no se acompaña información de ningún tipo, ni ratios de las áreas de conocimiento, ni personas acreditadas en cada área, ni antigüedades en la acreditación, ni nada de nada.

Más sorprendente aún es que se hayan podido asignar las plazas propuestas para promoción a cada Departamento.

 ¿Cómo se ha podido hacer esto, si hay ÁREAS DE CONOCIMIENTO que están distribuidas en más de un Departamento?

Pero aún es mas, no se dicen las personas a las que se les ofrece la oportunidad de promocionar, se dice en el comunicado que se deja al criterio de los Departamentos (¿?) incluso he oído comentar extraoficialmente, que puede que  NO SE RESPETE LA ANTIGÜEDAD EN LA ACREDITACIÓN.

¡Los depredadores nocturnos ya están al acecho!

Si yo fuera una de estas personas acreditadas, sentiría un gran grado de desamparo y una gran indefensión, estaría totalmente a la merced de la discrecionalidad.

Aún mas, si yo estuviera acreditado, y hubiera quedado fuera de los que optan a la promoción, me gustaría saber la causa de mi exclusión, para valorar y reclamar mis derechos legítimos o detectar posibles errores que hayan podido cometerse. 

Poco a poco, todos nuestros compañeros van a ir alcanzando la ansiada acreditación por la que trabajan y la promoción de todos ellos, no va a ser, en principio, posible.

Un asunto tan delicado y sensible para los profesores, como su promoción personal, una vez superado el trámite de la acreditación, debe de realizarse con mucha transparencia y claridad, que es el único antídoto conocido contra la corrupción, el caciquismo y la arbitrariedad.

Esta era una universidad que tenía un proyecto para aspirar al grado de “Campus de Excelencia Internacional” y que todavía, en buena parte de sus mensajes, utiliza los términos “mérito y capacidad”.

 ¡Necesitamos un poco de claridad en esta noche tan oscura!

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